12 febrero 2008

EL FORASTERO OPTIMISTA


El forastero llegó conduciendo una furgoneta de tercera mano y cuarto embrague. Apostados a un lado y al otro de la calle ancha, observaban rígidos los hombres de la aldea ¿ Éste quién es ?

Pronto se disparó la apuesta sobre su procedencia entre la gente. Unos apuntaron a la nieve, algún pueblucho con fábrica o de una ciudad con quinquis. El forastero negó cualquiera de los lugares señalados.

Allí de donde vengo, nadie vino al mundo de su madre .- acabada la respuesta, el forastero sopló el filtro, cerró el capó de su vehículo y se olisqueó los dedos.

Alguno otro de la aldea, debido a la cercanía física al conductor de la furgoneta, indicó el hedor que desprendía. Vendrá de la mierda pinchada con palote, - vociferó el zagal. Los hombres que quedaban, piedra en mano, se dieron pronto al festín de una buena paliza. Los niños chicos hurgaban en los ojos, las mujeres registraban en la furgoneta y los hombres a por más piedras.

Cuatro docenas, entre ellas varios fósiles, cayeron aquella tarde sobre el forastero, aunque éste, con su habitual optimismo pensó, ya tengo material para mi casa.

Este microrrelato aparece en la antología
LITERATURA COMPRIMIDA 2007 de Villaviciosa, Asturias.

No hay comentarios: