15 abril 2015

... videopoemas a propósito de Egoclasta



Tres poemas de Egoclasta de José Iván Suárez. Clip realizado por el poeta. 

... egoclasta ya anda


A unos meses de su nacimiento, hemos llevado Egoclasta a algunos rincones del país como Albacete o Madrid. Soria o Cádiz en el horizonte. Como titiriteros llevaremos la máquina egoclástica allá donde se precise y se atreva el auditorio. Estáis invitados, tardando estáis en invitarnos.


19 enero 2015

... la portada



Sonidos desde el Silencio


Dos momentos del concierto-recital de cuencos tibetanos y poesía rural a cargo del terapeuta Antonio Ruiz y el poeta José Iván Suárez. Peña del Agua. Octubre de 2014. Clip realizado por el poeta. 


16 diciembre 2014


En enero de 2015, Amargord Ediciones publica mi cuarto poemario, Egoclasta. Este es el prólogo que ha escrito el poeta Julián Cañizares, a ver si os abre el apetito.

Esto es yo

No tengo muy claro qué es el yo. Intuyo algo de su concepto, pero no abarco más allá del instante y del espacio definido en el que se encuentra. Quizá el yo sea una detección de uno mismo, cuando se gira hacia el pasado, o hacia el futuro. Hablar del yo es arriesgado, porque está lleno de “cosas”, creo que me entendéis. Y esas cosas, que no tienen nombre hasta que las nombras, pesan y pueden pararte; incluso pueden atacarte. O defenderte.
O romper.
egoclasta es un pensamiento. Y además contiene poemas. Un pensamiento con las idas y venidas de los pensamientos. Versos que giran en torno a una idea que a su vez representa ese ego nuestro, particular, general, ese centro que nos da la vida. egoclasta tiene un espacio y un tiempo diferente, un lenguaje decididamente personal. Su poesía descansa en un cambio de yo. En una voluntad de cambio. La necesidad de depurar el yo que se necesita en ese instante.
José Iván Suárez escribe poesía, sí, pero con adn. Ejemplo de esto son sus anteriores libros publicados (“Gnomon”, “Próximamente pan”.) Todos sabemos que tener adn en poesía no es fácil. W.H. Auden escribiría: “debe exhibir una inequívoca originalidad de visión y de estilo.” egoclasta posee adn, por muchas razones. De principio a fin está esa mencionada originalidad. Hay algo inequívoco. Desde el título, que no sólo es título, sino contraseña. Ese concepto-clave que alumbra el libro. Como lector tienes que leer con la clave, para que los poemas construyan el significado, la sugerencia, la emoción, el paisaje del yo. Como lector tienes que participar activamente. En este sentido, José Iván Suárez no quiere una lectura pasiva. Quiere una experiencia, egoclasta. Un acercamiento controlado y paradójico a la experiencia de sentir, desde la lejanía y la soledad en y del mundo, dentro de una realidad compuesta de un solo límite, entendiendo el límite como la única realidad y presente tangible.
Naturalmente, el yo es el primer alumbramiento, y por ello alumbra todo el libro. Ese yo que es consciente de sí mismo, que cuenta con una voluntad de existencia y de cambio, de autoconocimiento. Que reconoce su propia debilidad, a partir de su pasado y su actual tiempo y espacio. Es muy interesante el planteamiento que se hace de estos dos anclajes. Visualmente, están en el libro. Si ojeáis el libro, veréis en primer lugar cómo el tiempo pasa entre vuestros dedos. Hacedlo ahora, y entenderéis de qué hablo. El tiempo es visible porque una máquina (ya descubriréis qué quiero decir con esto) lo hace posible. Enorme paradoja, y bella metáfora, cuando sabemos que el tiempo “natural” es visible mediante gestos de la naturaleza, no mediante números. Pensamiento. Y el espacio, ese espacio neutral, limitado, invisible, inserto en todos los poemas. Sabemos que está, pero tenemos que imaginarlo. Hay una originalidad en esa concepción literaria, en esa presentación del asunto.
Pero hay más cosas: egoclasta tiene, además de pensamiento (“y la muerte, sólo un servicio que privatizar), emoción (“Siempre lloré esparadrapos / mientras lagrimaba por las heridas.”) Y algo que sorprende en cuanto se lee cualquier libro de José Iván Suárez: su particular lenguaje, sus neologismos, y esa unidad de lo rural y lo científico, una suerte de ciencia-ficción rural. Sorprende esa utilización de terminología científica (que no tiene por qué ser cierta, sino ficción de lo propiamente científico) y diccionario popular, manchego en este caso. Esa mezcla tan léxicamente distinta confiere un sonido único al libro, y presenta un paisaje poético muy poderoso. Y al mismo tiempo, ofrece un humor inequívoco. Imagino que después de leer todo lo anterior, habréis pensado que egoclasta es un libro muy serio. El pensamiento y la emoción de los poetas siempre es serio, en principio. Pero si algo llama la atención de la poesía de José Iván Suárez es el humor calculado que recorre todos sus poemarios. Y eso, en poesía, es inusual. El humor lo recorre todo, y por ello sonreímos. Otra vez pensamiento.
Hay muchas cosas que leer: nuestra propia ciencia-ficción, nuestro propio campo, la soledad científica y humana, la filosofía egocéntrica, el vacío, la puntuación intermitente, la tipografía conclusiva, el instante que es un estado y un paisaje, el humor y la ruptura. Pensamiento y emoción. Y creo que todo esto es una pequeña parte de egoclasta. Por supuesto, cada ego se encargará de aprehender toda la realidad poética del libro, toda la sugerencia poética, todo el potencial de estos versos. Cada ego se encargará de entender qué sucede en estos poemas irremediablemente humanos.
En esta reflexión clástica.


Julián Cañizares Mata


Innato solo tengo el ombligo
lo demás mudó o aún no lo he encontrado
del nacimiento sólo me queda un antojo
y un cabreo permanente de alambre

y personas lejos que yo nací solo.

El cariño
un efecto secundario por tus pies 
y las plantas de tu alcoba.
Un amor de marmita
con cuerva y los dos chavetas 
por no saber en qué hora 
nos fumaremos mutuamente,
El deseo
otro vicio habitual
al chocolate, los picatostes y la miel
brillante sobre tus tobillos. 

02 septiembre 2014

Las abejas enfermas pierden el zumbido.





Los chiquillos van haciéndose mayorcicos.

... cuando la historia nos hace jóvenes

A veces pasa que un periodista que no busca una noticia se encuentra con una historia. En invierno de 2009, un periodista caminaba por la aldea moliniqueña de Pinilla. Por costumbre, solía pasear entre los almendros raquíticos por el frío e inspeccionaba el suelo con la ilusión de toparse con un fósil, un hobby sencillo y serrano como cualquier otro, que también valía para anestesiarse de la actualidad. En aquello estaba el plumilla, cuando de pronto vio una piedra negra como la noche. Se agachó a por ella y cuando ya tenía la piedra en la mano, sintió rápidamente que se había topado con el filo de la historia. El periodista que buscaba fósiles había encontrado un hacha de diabasa pulimentada por el ser humano ¿ pero cuándo ?
La pregunta tenía miga y no sería la última. La carta arqueológica de Molinicos ignoraba asentamiento prehistórico alguno en la pedanía, la historia de Pinilla apenas se remontaba un par de siglos y alguna breve mención en los Diccionarios Geográficos del siglo XIX, donde se citaba a la población como Fuente Pinilla. Nada indicaba que aquel lugar no fuera el llano donde unos ganaderos decidieron asentarse hace cientos de años. Lo era, pero tal vez, también era algo más. Las prospecciones prosiguieron  y en sus caminatas, el nuevo aficionado a la arqueología, fue encontrando algún cuchillo de sílex, cantos de ríos trabajados, molinos de piedra y restos de cerámica. Piezas en algunos casos diminutas, como las puntas de flecha, que parecían ser ellas las que encontraban al periodista. Aún recuerda con emoción el día que halló una de las piezas más significativas, una azuela blanca con mechones naranjas y negros. “Igualica a una hoja de almendro cuando se ha secado y está en el suelo”, dice el periodista. Precisamente estaba cogiendo almendra cuando la encontró entre todas aquellas hojas esparcidas. Una pequeña herramienta que nuestros antepasados utilizaban para descortezar los árboles,  eso es lo que encontró en septiembre de 2013.
Fue entonces, tras cuatro años de búsqueda y tras la acumulación de pruebas, cuando supo que podría existir una evidencia. El periodista consultó al arqueólogo José Luis Simón y éste, junto a otro profesor de la Universidad de Alicante, Gabriel García Atiénzar, se desplazaron en junio de 2014 hasta la Sierra del Segura, aquí los arqueólogos analizaron las decenas de piezas y realizaron una prospección en la aldea de Pinilla. Confirmaron que se trataba de un asentamiento aproximadamente de dos hectáreas donde podrían vivir cerca de 20 personas hacia el 2.500 o 3.000 AC. Hacia el final del Neolítico, durante un periodo de transición llamado Calcolítico. Vivían en casas con la planta circular y se dedicaban a cazar, pescar, recolectar y cultivar el grano que necesitaban para moler su propio pan. Aquellas familias cocinaban en pucheros de barro y comían con cuchara de cerámica. Perfectamente asentados y adaptados al entorno, se movían por toda la comarca y conocían otras zonas peninsulares. Conclusiones que los investigadores Simón y García Atiénzar plasmarán próximamente en un artículo en el Instituto de Estudios Albacetenses. Además, en los próximos meses, Molinicos va a acoger una exposición sobre este descubrimiento  y se podrán ver las piezas que este periodista encontró en un lugar bautizado en su imaginación como La Hoya de las Hachas. A veces pasa que el periodista que da una exclusiva  es él mismo  que la protagoniza. 




Nostalgia en Ruta.

El amor siempre fue un camino para andarlo despacio, pero no tanto.

28 abril 2014

Haikus 3D


Muerte al dinero
que sólo viva el tiempo 
en las películas.

Cinematografía apócrifa


Color antiguo
para la vida moderna
lejos de las fronteras.


Duerme la luna
sobre nuestras ruinas
lentas y en lupa.

La vida en lupa

Publicado en Buk Magazín


Memoria de reciclaje, tijeras, pegamento, cartón, volúmenes. Fotos sobre papel, palabras sobre piedras, sombras sobre sombras hasta la tercera dimensión. Los Haikus 3D son un experimento poético sin prescripción médica.
 

02 octubre 2013

28 junio 2013


Amores que se perderán en la noche.
Hechizos que ya nunca servirán,
sólo tú, desvaneciéndote en la madrugada,
apenas yo, amaneciendo en tempestades.
Nuestros amores naufragados 
que se hunden en las sábanas, 
las pasiones huérfanas y el deseo
como rejas en llamas,
erotismo etílico, el silencio 
en su ligereza, flotando
en la alcoba cósmica y la gloria 
de los besos taciturnos.

24 mayo 2013

... antología urgente


Esta casa no es lo que era.
Nacían niños como nacen espigas,
niños con alas de caramelo,
el mundo daba vueltas y en eso llovió triste.
Porque la soledad lo es todo ya
y soledad sin olvido es agua muerta.
Regreso y son mis pasos imprudencia antigua.
Bajo el cielo todo es tentación,
sin nada con que poder emborracharme;
va a venir el sol a diluviarnos encima.
Ven, que quiero desnudarme.
Somos un preludio, mil camas y ninguna nuestra,
si me enseñas el secreto de tu cofre,
como la tierra silenciosa espera,
hay veces que la tarde se ocupa de abrazarnos.
A partir de ahora, un suave olvido de orientación.
No despertéis a la muerte,
alrededor de la hembra solar aún sigue girando oscuro el universo. 

Por orden de aparición: José Hierro, Tirsa Caja, Gloria Fuertes, Jesús Urceloy, Óscar Aguado, Julio Llamazares, Jorge de Arco, Carlos Edmundo de Ory, Roger Wolfe, Ángela Segovia, Manuel Altolaguirre, Bárbara Domínguez, Manolo Romero, Antonio Gamoneda, Pepe Viyuela, Julián Cañizares, Juan Carlos Mestre y José Ángel Valente. 

Publicado en BUK MAGAZÍN

17 abril 2013


20 marzo 2013

   
CHARLATANES cabezotas
más cansinos que una docena de tunos desafinados con el vermut.
Cuentistas de historias cómicas
donde no faltan declaraciones sanguíneas
de la pulsión del cuerpo,
 cuando ellas se asoman a la ventana. 
Bufones de calceta cantando coplas veraniegas.
Poetas pobres
que no ganan ni para tinta 
y con saliva escriben
los romances cenicientos. 

22 enero 2013


La fractura diaria y el agotamiento, en finas hebras. 
Estático el pasto de las galguzas entendederas. 
En el escalón de la casa sentado, quieta mi bicicleta
sus aspas blancas con pegatinas quietas. 
El último movimiento de las montañas,
el penúltimo sopor de las fuentes, 
el mañana, al rescoldo de tus labios.

09 noviembre 2012


Foto: Alberto Mateos

04 noviembre 2012

20 septiembre 2012



15 septiembre 2012


... la felicidad apátrida buscando una nación ...

21 agosto 2012


CAMBIAREMOS el mundo - le dijo ella - con una maleta y un revólver de fogeo. Sólo necesitamos tenernos el uno al otro y revolucionaremos las mentes y amansaremos las almas. 
Revolucionaremos el universo - le dijo él - si conseguimos amar cada gramo de lo que nos rodea. Preparemos el equipaje, que la revolución aún nos pilla lejos. Tenemos suelas, tenemos agua, nos tenemos el uno al otro.

12 agosto 2012


26 julio 2012


En los valles y en las templanzas, en los vientos fríos de los montes, 
en los reinos perdidos en el mundo subterráneo, en las cuevas
no exploradas de la imaginación, en las catacumbas del miedo, 
en el hedor de la tierra maternal y el infierno parturiento,
en las depresiones autodestructivas del paisaje,
en los cataclismos que trae la tormenta,
en los tempranos avatares de la triesteza,
en las azotainas de la noche sobre nuestras espaldas,
en el vitriolo disueltos y en la glándula pineal viviendo,
en tí revueltos, en el sabuloso sabor de la seca melancolía,
en los panoramas infinitos de la desdicha,
endiosados, en nuestro destino sin fin.

08 julio 2012


20 junio 2012


ATERRIZAJE en Itokawa,
a galope del asteroide imperfecto,
orbitamos en nuestro mundo irreal
y prematuro, el futuro sólo es 
un cosmos remoto que nos pilla de paso. 
Herejes somos de la vida 
por leves y por valientes.
Nuestro destino es gravitatorio. 
Nuestra aventura elíptica
de cabalgar el universo.

10 junio 2012


... te abrí mi corazón 
y tú le echaste sosa caústica

30 mayo 2012


11 mayo 2012


TÚ también puedes convertir en piel tanto sueño
y de los retales hacer mantas.
Puedes pulir granito o atornillar el cielo con navaja.
Jabón puedes ser o lija, tú también puedes
volar sin falta de alas o ser arrullo o anémona
flotante en tempestades. Tú también puedes
ser tiempo o antojo o vientos favonios o arcano o averno
pero nunca podrás ser eterno como las piedras 
o el sol arrabalero en las afueras del cosmos. 

30 abril 2012



19 abril 2012



27 marzo 2012




19 marzo 2012



13 marzo 2012




05 marzo 2012


PERDURARÁN tormentos
mientras sientas que la vida sólo es
una pérdida con piernas.
Arreciarán soles si el vivir es búsqueda
y ganancia de cielo y minerales.
Las soledades sólo serán malos pasos de baile.
Levitarán las virtudes
si estás atento y con vino tinto
riegas la canalla belleza.
Que lo bueno siempre está latente
a la espera de amamanto.

15 febrero 2012


Todo quiere tocarlo, todo quiere morderlo, saber cómo sabe y a qué huele. Todo es nuevo, todo algarabía, garabatos y sorpresa. Corretear, estirarse y no llegar a lo que se quiere tocar, morder, probar, oler. Todo está naciendo, todo está en el aire y la luz azul de los cielos en invierno y es que todo, hasta la casa es el vicio de un curioso y las calles y las ruedas y el papel y las piedras. Todo es tanto que apenas comienza a imaginar y todo es nuevo y luminoso y todo es manso y nada en vano.

09 febrero 2012


La perversidad, una estampa tan lejana a lo que ahora tengo sobre mis ojos. Este cielo enlucido de estrellas y cometas que van pasando a velocidad de sueño. Lo malo no debe ser este infinito colgado sobre mi cabeza. Lo perverso debe ser otra cosa. Pero no el universo sobre mi cogote y las suelas desgastando chinas (...)

23 enero 2012


Senderos de tierra roja, amarilla y negra, como el carbón usado en las lumbres. A la orilla del camino; pinos, musgo e insectos batallando con las bellotas. Búhos duermen y lobos acechan. Hace frío y la niebla, blanda y espumosa, se hace fuerte en las cumbres. La ruidosa brisa ronzándose con la resina. Caminos de herradura que arañan montañas y terminan en refugios ocultos por la maleza. Aposentos de pastores y atalayas naturales que el tiempo y la erosión hicieron a su antojo. Lugares para los sudores fríos, si la fiebre es el culmen de trece días de tormenta. O sitios para la risa tonta. Trochas de cabras que serpentean montes, cuevas ganadas a la piedra, costillares esperando a la carroña, desvencijados acueductos que ya sólo transportan aire. Energúmenos pedruscos que como migas se extraviaron de su pan; una hogaza gigante de millones de toneladas de caliza moldeada por el agua y los vientos. La Sierra calcárea habitada desde el calcolítico. Un pliegue simbólico y místico de la gran tela que cubre el planeta. Nuestra ropa hogareña que nos abriga del fuego, que bajo nuestros pies, ruge.