Acólitos dolores del alma medular. Nostalgia envejecida en amoniaco. La tristeza en orza con miel. La picaresca que me es esquiva, como huye de mí la canallesca de tu culo y se van las nalgas sin ser palpadas. La astuta rebeldía del deseo encarcelado en el pantalón. Nubla fricción por la entretela. Entresijos de niebla y trapos para la luna. La verbena, la enredadera del viejo colegio y hablar concretamente de nada. Mirar que es barato y la luna enferma del vapor de las dulces acequias. Somos insomnes volviendo a nuestras sábanas. Al fiel prendimiento del sueño fácil del sexo.
Este poema es una de mis aportaciones a la revista CUADERNOS DEL MATEMATICO 45
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