26 julio 2012


En los valles y en las templanzas, en los vientos fríos de los montes, 
en los reinos perdidos en el mundo subterráneo, en las cuevas
no exploradas de la imaginación, en las catacumbas del miedo, 
en el hedor de la tierra maternal y el infierno parturiento,
en las depresiones autodestructivas del paisaje,
en los cataclismos que trae la tormenta,
en los tempranos avatares de la triesteza,
en las azotainas de la noche sobre nuestras espaldas,
en el vitriolo disueltos y en la glándula pineal viviendo,
en tí revueltos, en el sabuloso sabor de la seca melancolía,
en los panoramas infinitos de la desdicha,
endiosados, en nuestro destino sin fin.

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