22 septiembre 2007

EN MARZO SILENCIO

El cielo caminaba entre las piernas. Alegre parloteo después de la comida. Y alguien dijo, ríase sin prisas. Envuelto en las redes de las circunstancias, fumeteando y sentado en una acera, urbe ardía sin nosotros darnos cuenta. Otro puso velas rojas para el por qué, y aquel que nunca habla repetía, la metralla multiplica el efecto de la trampa.

Elocución hurtada a un par de adolescentes.

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