12 noviembre 2011


Mientras los grajos grajean eligiendo el cielo al que batir. Mientras las nubes van y se quiebran y no cuajan, cuando el temporal arrecia y amanecen miedos sucios tras las montañas. Cuando los jazmines no se enteran y el yerbajo se bandea sin son. Momentos de tensión disimulada por la avanzadilla del viento silencioso. Porque las cosas pasan cuando menos te las esperas. Y tú no paras de esperar. Tranquilo, que ya llueve. Água y lágrimas de santas chulas y santos puteros que en el cielo andan de farra, aferrados todos a las birra. Llueve wisky rancio de la juerga, jarrea vodka del alambique del infierno. El cielo es una buena tasca de trastornos y copas rotas en los cirros. Ves, llueve, ahora que los grajos se asustaron del cielo y tú estás sólo sin gasolina, en medio de la noche (...)

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